Ediciones del año verde: La Forma ausente.

jueves, 1 de mayo de 2008

La Forma ausente.

Izquierda: “La Forma ausente perteneció al Pibe cabeza.”
Autor: Alberto Cedrón.
Técnica: bizcocho cerámico en pasta roja, firmado mediante pigmentos. Bizcocho patinado con betún de Judea. Forma conseguida mediante prensado directo del arma del editor.
Serie de 6 piezas además de la 0/0.
Derecha: “La Forma ausente perteneció al pie de Jesús al dejar este mundo”
Autor: Alberto Cedrón.
Técnica: bizcocho cerámico en pasta chamote, firmado mediante pigmentos. Bizcocho patinado con betún de Judea. Forma conseguida mediante prensado directo del pie del Autor.
Serie de 6 piezas además de la 0/0.

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Manifiesto del año verde.

Las Ediciones del Año Verde fueron creadas por Alfredo Benavidez Bedoya en agosto del año 2006 al constatar que tenía en el depósito los grabados de ocho carpetas sin editar.
Por distintas razones ocurrió esa acumulación: por el poco desarrollo del mercado de arte en nuestro país, por no estar acostumbrado el mismo a la obra de arte múltiple dada la poca certificación de las series; por prejuicios absurdos con respecto a la obra sobre papel, cuando en los museos pueden verse obras egipcias pintadas sobre papiro, el cual es mucho más ácido que el papel de algodón y aún resiste o por un gusto hacia la comodidad de vender poco pero caro antes que la dificultad de vender mucho y barato.
La cuestión es que la capacidad ociosa de los artistas argentinos en la creación de objetos múltiples es grande, que la infraestructura también ociosa más grande y la destreza técnico-artesanal desperdiciada es enorme. Talleres gráficos equipados para producir una estampa de vez en cuando y casi siempre para competir en los Salones entre artistas, posibilidades contemporáneas para reproducir objetos mediante materiales nuevos, saberes técnicos-artesanales tradicionales despreciados en su momento por el ímpetu vanguardista, el desarrollo informático espléndido que permite la multiplicidad con calidad extrema, y otras situaciones similares. Todo esto llevó al Editor a imaginar otro punto de partida.
Respetuoso de las experiencias históricas de las Asociaciones de Artistas Grabadores, los Clubes de la Estampa, las aplicaciones comerciales del grabado en la decoración, la teoría de la reproducción del Benjamín de la familia, la estampa revolucionaria y todo otro intento multiplicador; lo que queda claro es que el artista no puede ofrecer obras seriadas terminadas, a menos que se las encarguen y esto no lo hacen nunca, a menos que las tengan ya vendidas, o que las haga el artista por gusto y placer, que era lo que hizo Benavidez Bedoya con sus ocho carpetas originales no editadas.
Es por eso que las Ediciones del Año Verde hoy le pone gustosa en el medio del seno al Mercado, unas Ediciones realizadas por artistas, creadas por artistas, impresas por artistas, y resueltas en sus cuestiones de diseño por artistas y producidas en talleres equipados por nosotros con destrezas también nuestras.
Los artistas debemos mostrar lo que podemos hacer, debemos, como las Coyas que se sientan afuera del Super, maquillar lo poco que tenemos para poder marcarlo y que le gane al híbrido, que es en realidad el enemigo simbólico.
El primer artista invitado fue Alberto Cedrón, por sus capacidades humanas, artísticas y técnico-artesanales. Con él, el Editor pudo ver las posibilidades que la cerámica tenía para, con sus métodos multiplicadores por colada o prensado, incorporar al Mercado de arte objetos seriados y numerados en material cerámico; el cual no puede ser tipificado como efímero, ya que la experiencia arqueológica nos dice, que los vestigios culturales de nosotros más antiguos tienen en su conformación la tierra y el fuego, o sea el procedimiento cerámico. Al ser factible su seriado por existir la matriz y el molde, los objetos cerámicos pueden ser seriados, numerados y firmados, restringiendo ediciones para especialistas como Pruebas de Artistas certificadas, al intervenir en su producción varios artistas y teóricos reconocidos en el desarrollo del Discurso emergente. Dejando como posibles, Ediciones más grandes a bajo precio, si acaso los inversores en arte se dan cuenta de lo que se pierden. Ediciones realizadas por artistas, numeradas y firmadas, Pruebas de Artista limitadas y ofrecidas como preediciones, para que otros editores decidan realizar ediciones más grandes a bajo precio. Mostramos lo que tenemos o podemos hacer.
Sean obras gráficas sobre papeles libres de ácido o obras cerámicas sobre pasta blanca, terracota, negra o arcilla chamote, todas las piezas son producidas mediante matrices controladas por los artistas y el editor. El marco aritmético de reproducción es la docena: media docena, una docena, una docena y media o incluso una gruesa que son doce docenas. Todo relacionado con las facturas de la panadería, porque todo tiene buena factura y las pastas tienen una plasticidad deliciosa equivalente a las masas de confitería. El arte múltiple desde las masas finas a las masas populares. En todos los casos existe el número 0/0, que es la pieza y el lugar donde el Editor y el Artista, definen las características editoriales de la obra múltiple digna de multiplicarse. Muchos 0/0 son bien diferentes de la Serie derivada, pero en su torpeza nos muestran también el camino en el dominio simbólico, plástico, tecnológico y artesanal. Las Ediciones del Año Verde reproponen recuperar la memoria gráfica a través de sus P.M. Ediciones Postmortem, editando grabados con supervisión de los deudos del artista y proponer la recuperación y restauración de las matrices originales. Todo el seriado de las piezas gráficas o cerámicas, y el nomenclador para designar las producciones fuera de serie están basados en los Códigos de Ética de la Obra Gráfica internacionales.
Siendo las posibilidades tantas, las Ediciones del Año verde piensan que la definición de lo que viene venga en la obra ya producida.
Alfredo Benavidez Bedoya

jueves, 1 de mayo de 2008

La Forma ausente.

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